Eclipse solar en Aries: un nuevo ciclo de coraje y aprendizaje
Estamos a pocos días de un evento celestial que marca un antes y un después: el eclipse solar parcial del sábado 29 de marzo. Este eclipse, que ocurrirá en el signo de Aries a 9°, nos abre la puerta a un nuevo comienzo, a un ciclo de aprendizaje que resonará en nuestras vidas durante los próximos seis meses. Los eclipses solares siempre han sido vistos como portales de inicios, momentos donde el universo nos invita a sembrar algo nuevo, a dar un paso hacia lo desconocido con fe y valentía.
Aries, el primer signo del zodiaco, es el guerrero, el pionero, el que no teme ser quien es. Este eclipse nos habla de inicios llenos de fuego y autenticidad, de atrevernos a expresar nuestro ser más genuino. Es como si el universo nos dijera: “Aquí tienes una chispa, úsala para encender algo que realmente te represente”. Pero no todo es acción inmediata; también es un tiempo de aprendizaje, de descubrir cómo canalizar esa energía ardiente hacia caminos que nos eleven.
Los eclipses, por su naturaleza, traen cambios radicales. A veces sacuden nuestra torre personal —como mencioné alguna vez al hablar del arcano “La Torre”— y nos empujan a soltar estructuras que ya no nos sirven. Puede que sientas que algo se derrumba: una relación, una creencia, un plan. Pero, al igual que con esa carta, te invito a verlo con esperanza: estos cambios, aunque intensos, siempre nos llevan a mejorar. Nos enseñan a desarrollar actitudes positivas, como la resiliencia, la paciencia y la confianza en que el universo conspira a nuestro favor. Adaptarnos al cambio es clave, porque resistirnos solo alarga el proceso.
Recuerdo una vez que un eclipse me obligó a replantear mi rumbo: pensé que todo se desmoronaba, pero meses después entendí que fue un regalo disfrazado. Así funciona esta energía: nos desafía para que crezcamos. Por eso, en estos días, te recomiendo dejar a un lado los rituales de prosperidad o manifestación grandiosa. El cielo está revuelto, y lo mejor es buscar calma. Haz una limpieza de aura con agua y sal, enciende un incienso suave y medita para equilibrar tu energía y la de tu hogar. Si sientes el llamado, reza una oración sencilla para conectar con Dios o tus guías, pidiendo claridad y paz. Este es un tiempo para escuchar, no para forzar.